La decisión se produce después de que el domingo el presidente Joe Biden diera luz verde a Ucrania para utilizar misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra territorio ruso.
Biden trabaja para impulsar el esfuerzo bélico de Ucrania en los dos últimos meses de su gobierno, antes de que Donald Trump, crítico de la ayuda a Ucrania, asuma el poder en enero.
El funcionario estadounidense añadió que Washington ha pedido a Ucrania que se comprometa a utilizar las minas en su propio territorio y sólo en zonas no pobladas para disminuir el riesgo que suponen para la población civil.
Las minas son conocidas por ser “no persistentes” porque se vuelven inertes tras un periodo de tiempo determinado, cuando se agota la energía de sus baterías.
Trump ha prometido en repetidas ocasiones poner fin a la guerra rápidamente, pero no ha dado detalles de cómo lo haría.
Con Rusia ganando terreno y hablando cada vez más de negociaciones, Ucrania teme estar en desventaja a la hora de alcanzar un acuerdo de paz.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró el martes a la cadena de televisión estadounidense Fox News que Ucrania perderá la guerra si Estados Unidos retira su financiación a Kiev.
Por su parte, Rusia advirtió que respondería al uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance, que utilizó por primera vez el martes, y el presidente Vladimir Putin lanzó una posible amenaza nuclear cuando el conflicto superó la barrera de los 1.000 días.
Con información de La Patilla