La fiesta de batazos la inició Enrique “Kike” Hernández, que en la parte alta de la sexta entrada se voló la barda para despachar su segundo cuadrangular de la postemporada. El batazo recorrió 378 pies y ayudó a que los californianos ampliaran su ventaja 4-0.
La ofensiva de los Dodgers volvió a responder en la parte alta del octavo tramo con vuelacerca de tres carreras, cortesía del astro japonés, Shohei Ohtani. Esta conexión viajó a 397 pies y terminó de colocar el juego en el congelador, para la causa de los Dodgers.
La guinda al pastel la colocó Max Muncy en el noveno episodio. Cuando aprovechó un lanzamiento que se quedó en su zona de poder, para colocar cifras definitivas en el compromiso y, asegurar que los californianos se llevaran el primer juego disputado en la casa de los de Queens.
Uno de los factores más determinantes en la segunda mitad de campaña para los californianos, fue su efectivo cuerpo de relevistas. En esta postemporada, no ha sido la excepción, pues, se han encargado de mantener sin mayores libertades a sus contrincantes.
En el tercer juego de la Serie de Campeonato, Michael Kopech, Ryan Brasier, Blake Treinen y, Ben Casparius, se combinaron para lanzar cinco entradas, en las que solo permitieron un inatrapable, no recibieron carreras, regalaron un pasaporte y guillotinaron a siete contrarios.
El juego ganado se lo terminó llevando Michael Kopech (1-0), al relevar una entrada en blanco, sin permitir hit ni carreras, no dio bases por bolas y abanicó a un rival. El revés lo cargó Luis Severino (1-1), que lanzó pelota de 4.2 innings, recibió tres hits, dos carreras, regaló cuatro boletos y recetó a tres
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