El Tren de Aragua, una de las bandas criminales más temidas en América Latina, sigue causando estragos en Bogotá, Colombia. Tras la captura de alias Satanás y su pareja Leidy, los residentes del barrio El Amparo pensaron que la pesadilla de extorsiones y amenazas había llegado a su fin. Sin embargo, una nueva figura ha emergido en el mundo del crimen organizado: una mujer conocida como alias “Jenny” o “La Esposa de Satanás”, quien ha retomado el control y sembrado nuevamente el miedo en la capital colombiana. ¿Quién es esta misteriosa mujer y por qué las autoridades aún no logran detenerla?
El resurgir del terror en El Amparo
El barrio El Amparo, en la localidad de Kennedy, Bogotá, ha sido el escenario de múltiples actos criminales cometidos por el Tren de Aragua. La captura de Satanás y su pareja, Leidy, ofreció un breve respiro a los habitantes del sector, pero pronto nuevas amenazas comenzaron a emerger. Esta vez, la responsable es una mujer que se hace llamar alias Jenny, y aunque su identidad exacta sigue siendo un misterio, su influencia ha dejado una marca imborrable entre los comerciantes y residentes.
Las extorsiones y amenazas por parte de esta nueva cabecilla han vuelto a apoderarse del barrio. Los comerciantes del sector de Corabastos, en particular, han sido blanco de intimidaciones y demandas de grandes sumas de dinero para garantizar su “seguridad”. La figura de alias Jenny ha sumido nuevamente en el miedo a quienes esperaban un cese en la violencia.
Alias Jenny ha ganado notoriedad como la nueva líder del Tren de Aragua en Bogotá. Se sabe poco sobre su verdadera identidad, pero muchos creen que está vinculada de alguna manera a alias Satanás, su predecesor en la jerarquía criminal. Los rumores en el barrio señalan que es tan temida como su antecesora, Leidy, quien fue condenada a 32 años de prisión por múltiples homicidios. La pregunta que todos se hacen es: ¿es Jenny aún más peligrosa?
Testimonios de los residentes de El Amparo aseguran que Jenny es siempre vista acompañada de hombres fuertemente armados, quienes patrullan el barrio a su antojo, especialmente en las áreas cercanas a Corabastos. Su modus operandi parece estar enfocado en identificar a comerciantes que puedan ser extorsionados, lo que ha generado una ola de temor entre los pequeños negocios que operan en la zona.
Extorsiones y amenazas: el sello del Tren de Aragua
El Tren de Aragua ha mantenido un control férreo sobre varios barrios de Bogotá, utilizando la extorsión como su principal herramienta de dominio. Bajo la dirección de alias Jenny, las demandas de pago han aumentado, exigiendo grandes cantidades de dinero a cambio de no atacar los negocios o las viviendas de los residentes. Estas tácticas han llevado a una parálisis del comercio local, con muchos comerciantes viviendo con el temor de ser las próximas víctimas.
Lo más preocupante es que, pese a las constantes denuncias, las autoridades aún no logran capturar a esta figura criminal. El miedo sigue latente entre los habitantes, quienes temen represalias si colaboran con las fuerzas de seguridad para identificar a alias Jenny.
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