En un extenso comunicado difundido este martes, Fernández da por seguro que, tal como lo han adelantado varios medios locales, la Cámara de Casación Penal confirmará este miércoles la condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargo público que en diciembre de 2022 un tribunal oral le impuso a la exjefa de Estado en la denominada causa «Vialidad».
Fernández denunció la falta de imparcialidad de los jueces y los vínculos directos de los miembros del tribunal de alzada -Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña- con el expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019).
«Todos ellos van a confirmar la condena del tribunal oral», aseveró quien también se desempeñó como vicepresidenta argentina entre 2019 y 2023.
El Tribunal Oral Federal 2 había condenado en diciembre de 2022 a Fernández por el delito de administración fraudulenta de fondos públicos, pero la había absuelto en los cargos por presunta asociación ilícita, un delito por el que la Fiscalía ha insistido en esta etapa de revisión en la Cámara que se le imponga a la expresidenta una pena de 12 años de prisión.
En la causa «Vialidad» se investigaron irregularidades en la concesión de 51 obras viales a firmas del empresario Lázaro Báez durante el Gobierno del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y el de su esposa y sucesora (2007-2015) en la austral provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.
Fernández insiste en que no puede ser condenada por un delito que no cometió en relación a unas obras viales aprobadas por el propio Parlamento en los presupuestos nacionales, licitadas, ejecutadas y pagadas por el gobierno provincial de Santa Cruz y con cuentas rendidas y aprobadas por la Auditoria General de la Nación y el Congreso.
Fernández, quien ha asegurado en varias oportunidades ser blanco de ‘lawfare’ (hostigamiento judicial y político), sostuvo que la causa «Vialidad» es un «show» cuyo «verdadero objetivo» es lograr su inhabilitación para desempeñar cargos públicos a perpetuidad.
«O sea: lisa y llanamente proscripción de por vida», afirmó Fernández, consagrada días atrás como la nueva presidenta del Partido Justicialista (PJ, peronista).
«Sepan que hagan lo que hagan, no van a hacerme callar. No fui ni seré nunca mascota del poder. Desde muy joven he militado en el peronismo y trabajado para lograr una Argentina más justa y más humana, y una nación que construya más patria. ¿Y saben qué? Pienso seguir haciéndolo», aseguró la dirigente política, de 71 años.
Sostuvo que el «entramado de sectores e intereses económicos, geopolíticos y mediáticos que acusan y persiguen judicialmente a quienes los desafían» es no solo un fenómeno argentino sino también regional e, incluso, global, al recordar el caso de Donald Trump, quien ganó las recientes elecciones en Estados Unidos «a pesar de tener más de 30 causas en su contra, varias condenas y un intento de asesinato en plena campaña electoral».
Fernández, quien el 1 de septiembre de 2022, en el tramo final del juicio oral por la causa «Vialidad», sufrió un intento de asesinato, afirmó que quienes llevan adelante gobiernos «nacionales, democráticos y populares» corren el riesgo de ser «eliminados físicamente o suprimidos políticamente mediante la proscripción».
Aseveró además que el Poder Judicial «ha convertido a Mauricio Macri en su principal beneficiario, garantizando su impunidad y siendo instrumento de persecución política».
Con información de EFE