Con un empate virtual en las encuestas a nivel nacional, los dos candidatos a las elecciones del 5 de noviembre, Kamala Harris y Donald Trump, concentrarán sus esfuerzos en la recta final de la campaña en una maratón de mítines en un puñado de estados en disputa: Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte y Míchigan.
La media de las 19 últimas encuestas a nivel nacional recopiladas por la web 270towin.com coloca a Harris con una ventaja del 1,1% sobre Trump: la vicepresidenta tendría 48,3% frente al 47,2% de su rival, dentro del margen de error de los sondeos.
Esta cifra representa el voto popular, aunque en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios. Este sistema permite que un candidato pueda ganar la presidencia incluso perdiendo el voto popular.
Cada uno de los 50 estados de EEUU reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados «bisagra» que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona.
Es en estos estados donde las campañas han concentrado su inversión publicitaria y donde los candidatos están dedicando la mayor parte de su tiempo, lo cual se refleja en sus agendas para estos últimos días.
Harris visitará Wisconsin hoy, con actos en Appleton y Milwaukee, mientras que el sábado se trasladará a Atlanta (Georgia) y Charlotte (Carolina del Norte).
Trump, por su parte, realizará mítines, también este viernes en Warren (Míchigan) y Milwaukee (Wisconsin), y el sábado visitará Gastonia y Greensboro en Carolina del Norte, haciendo otra parada ese día en Salem (Virginia).
El último estado en el que parará, Virginia, no se considera bisagra y las encuestas muestran a Harris por delante, pero es una parada que Trump posiblemente aprovechará para difundir sus teorías sobre un supuesto fraude electoral relacionado con el voto de migrantes, alegaciones que carecen de fundamento.
Recientemente, la gobernación republicana de Virginia eliminó a 1.600 electores de las listas electorales, argumentando falta de acreditación de ciudadanía estadounidense, una medida polémica que el Tribunal Supremo validó ayer.