El impacto del desabastecimiento en la salud pública

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El sistema hospitalario público en Venezuela enfrenta una situación crítica, reflejada en un desabastecimiento que afecta a 37,4 % de los insumos y medicamentos necesarios para su funcionamiento. Aunque esta cifra representa una ligera mejora respecto al 39,7 % registrado a mediados de año, sigue siendo un indicador alarmante que evidencia las limitaciones del sector salud.

La Encuesta Nacional de Hospitales (ENH), impulsada por la organización Médicos por la Salud, revela que la falta de medicamentos esenciales, materiales descartables y otros insumos fundamentales obstaculiza la atención adecuada de los pacientes. Este panorama plantea interrogantes sobre las acciones necesarias para superar una crisis que vulnera el derecho a la salud de millones de venezolanos.

Desabastecimiento de medicamentos y materiales esenciales

El informe de la ENH señala que los medicamentos más difíciles de encontrar en los hospitales públicos incluyen inhaladores para el asma, analgésicos de alta potencia y antihipertensivos.

Estas carencias afectan especialmente a pacientes con enfermedades crónicas, quienes dependen de estos fármacos para mantener su calidad de vida

En cuanto a los quirófanos, el abastecimiento de insumos como lencería, material descartable y analgésicos mayores es aún más preocupante.

Estos elementos son indispensables para garantizar la seguridad y efectividad de los procedimientos quirúrgicos. Según la encuesta, el suministro en este ámbito descendió de 74,5 % en julio a 73,8 % en septiembre, lo que agrava la ya precaria situación.

Impacto en las cirugías y tratamientos especializados debido al desabastecimiento

La falta de insumos quirúrgicos afecta directamente la capacidad de los hospitales para realizar cirugías tanto electivas como de emergencia.

En promedio, se llevan a cabo 37 procedimientos electivos por semana en los hospitales monitoreados, un número insuficiente frente a la demanda.


Enfermedades graves como el cáncer de mama, una de las principales causas de mortalidad en el país, no se tratan con la frecuencia necesaria debido a la carencia de recursos.

Los pacientes que requieren cirugías de vesícula, próstata o histerectomías enfrentan tiempos de espera que oscilan entre tres meses y un año, un retraso que puede comprometer gravemente su salud.

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