La operación, que culminó con la detención de seis individuos, fue el resultado de una extensa investigación llevada a cabo por la División de Investigaciones de Robo.
Según declaraciones del director nacional del Cicpc, Douglas Rico, la banda operaba con un modus operandi bien definido: estudiaban durante días los establecimientos comerciales que pretendían asaltar, para luego someter a sus víctimas bajo amenazas de muerte y despojarlas de grandes sumas de dinero. Posteriormente, huían a diferentes regiones del país para evadir a las autoridades y repartirse el botín.
Tras obtener información sobre los rasgos físicos de los miembros de la banda, los investigadores lograron determinar que se reunirían en el sector El Cementerio de Caracas para planificar un nuevo robo.
Un operativo policial permitió la captura de Robert Antonio Vielma (45), Cruz Pablo Armas Ortiz (55), Leonardo Alberto Peraza González (44), Víctor Manuel Patiño Florez (64) de nacionalidad colombiana, y Ricxandert José Marquina Briceño (31). Previamente, Luis Alberto López Salas (39), otro integrante de la banda, había sido detenido.
Durante el operativo, las autoridades incautaron dos vehículos utilizados por la banda, dos revólveres con municiones, herramientas para violentar cerraduras, dinero en efectivo y seis teléfonos celulares.