El máximo ídolo del fútbol portugués, Cristiano Ronaldo, visitó este martes la Casa Blanca para compartir una cena con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dentro de la delegación que acompaña al príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salmán, durante su visita oficial a Washington.
La presencia del astro internacional generó un impacto mediático inmediato a nivel global, consolidando un encuentro entre deporte, política y diplomacia.
Ronaldo asistió acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, quien compartió en sus redes sociales imágenes de su recorrido por los salones más emblemáticos de la Casa Blanca.
Un encuentro entre fútbol, diplomacia y filantropía
Durante la ceremonia de bienvenida, Trump destacó la presencia del jugador del Al-Nassr y mencionó que su hijo, Barron Trump, estaba emocionado por conocerlo.
El mandatario también elogió al príncipe heredero como “un verdadero socio para la paz y la prosperidad” y subrayó su papel en la estabilidad del Medio Oriente.
A pesar de la intensa lluvia en Washington D.C., que obligó a cubrir la alfombra roja con una carpa y provocó un pequeño retraso, la cena se desarrolló en un ambiente cordial y cercano.
La invitación de Trump a Ronaldo también se vinculó con la clasificación de Portugal al Mundial 2026 y el papel que figuras globales pueden jugar en la promoción del torneo, que será organizado por Estados Unidos, Canadá y México.
Según fuentes cercanas, se discutieron temas relacionados con el impacto social del deporte, el crecimiento del fútbol en EE. UU. y la proyección de la disciplina en la próxima Copa del Mundo.
Cristiano, como embajador del fútbol mundial, compartió sus impresiones sobre cómo el deporte puede fortalecer la comunidad y generar interés en el país anfitrión.
La presencia del astro internacional generó un impacto mediático inmediato a nivel global, consolidando un encuentro entre deporte, política y diplomacia.
Ronaldo asistió acompañado de su pareja, Georgina Rodríguez, quien compartió en sus redes sociales imágenes de su recorrido por los salones más emblemáticos de la Casa Blanca.
La visita captó la atención de miles de seguidores y puso de relieve la simbología del deporte en la agenda diplomática, a pocos meses de la Copa del Mundo 2026, en la que Portugal buscará brillar nuevamente.
Un encuentro entre fútbol, diplomacia y filantropía
Durante la ceremonia de bienvenida, Trump destacó la presencia del jugador del Al-Nassr y mencionó que su hijo, Barron Trump, estaba emocionado por conocerlo.
El mandatario también elogió al príncipe heredero como “un verdadero socio para la paz y la prosperidad” y subrayó su papel en la estabilidad del Medio Oriente.
A pesar de la intensa lluvia en Washington D.C., que obligó a cubrir la alfombra roja con una carpa y provocó un pequeño retraso, la cena se desarrolló en un ambiente cordial y cercano.
Entre los invitados también se encontraba Elon Musk, quien regresó a la Casa Blanca tras un período de distanciamiento con el mandatario republicano.
Previo al Mundial 2026: fútbol y diálogo social
La invitación de Trump a Ronaldo también se vinculó con la clasificación de Portugal al Mundial 2026 y el papel que figuras globales pueden jugar en la promoción del torneo, que será organizado por Estados Unidos, Canadá y México.
Según fuentes cercanas, se discutieron temas relacionados con el impacto social del deporte, el crecimiento del fútbol en EE. UU. y la proyección de la disciplina en la próxima Copa del Mundo.
Cristiano, como embajador del fútbol mundial, compartió sus impresiones sobre cómo el deporte puede fortalecer la comunidad y generar interés en el país anfitrión.
