El centro de Bolivia permaneció bloqueado ayer por tercer día consecutivo por la protesta de seguidores del expresidente Evo Morales (2006-2019) que exigen que se retire una investigación en su contra por un caso de trata personas y estupro que él considera que es una persecución política.
Personas cruzan un bloqueo en una ruta de acceso a La Paz
La región central de Cochabamba concentra la mayoría de los puntos de bloqueo, siete en total distribuidos entre las carreteras que conectan el oriente y el occidente del país y también se mantiene uno en el límite con el departamento vecino de Santa Cruz, el más poblado y motor económico del país.
Los manifestantes usan piedras, promontorios de tierra, ramas y neumáticos para cerrar el paso a los vehículos y las personas que requieren viajar deben pasar caminando por los puntos de bloqueo en lugares como Parotani y Bulo Bulo, en Cochabamba, o el Puente Ichilo, en Santa Cruz, según constató EFE.
En Parotani y Bulo Bulo abundan los camiones de alto tonelaje parados en las carreteras, algunos con carga y otros con combustible, un producto de alta demanda en ciudades como La Paz y Santa Cruz, donde se han advertido nuevamente filas en las estaciones de servicio.
El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Germán Jiménez, dijo a los medios que las filas no son «porque no exista el combustible, sino porque la población está cargando combustible de manera inusual» y hay una «susceptibilidad» ante los bloqueos de carreteras.
Jiménez pidió a los manifestantes que permitan el paso a los camiones cisternas «para garantizar el abastecimiento» de combustible.
También atribuyó a la protesta la muerte del conductor de un cisterna que sufrió un accidente al intentar evadir un punto de bloqueo para salir de la planta abastecedora de combustible.