El Reglamento Escolar 2025 establece que los docentes tienen prohibido “expresar, durante el desarrollo de las clases, opiniones o adoptar conductas de manera intencionada que pudieran influir, confundir y/o afectar a los menores en temas relacionados con religión, sexualidad, género, etnia, política partidaria u otros de similar relevancia”.
Además, el reglamento indica que si estos temas surgen por iniciativa de los estudiantes, los docentes deben informar al equipo de conducción escolar para que intervengan los “equipos especializados”.
La difusión esta semana del nuevo reglamento motivó la denuncia de Vanina Biasi, diputada nacional del PO-FITU (Partido Obrero y Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad), quien ayer repudió la normativa durante su discurso en una sesión de la Cámara Baja sobre una reforma electoral.
“Este reglamento condiciona la actividad educativa y es un instrumento de persecución”, dijo a EFE Biasi, quien adelantó que su espacio político presentará un proyecto para que la normativa sea derogada.
La denuncia de la diputada fue replicada este jueves por la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), uno de los mayores sindicatos de docentes del país, que rechazó el nuevo reglamento “por censurar la libre expresión, favorecer prácticas que promueven la persecución de los docentes e instalar el silenciamiento de las inquietudes y necesidades de los estudiantes”.