El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela denunció este sábado la intervención y retención de un nuevo buque privado que transportaba petróleo venezolano en aguas internacionales, hecho que calificó como un acto de piratería y robo, ejecutado por efectivos militares de Estados Unidos.
A través de un comunicado oficial, el Ejecutivo nacional rechazó de manera categórica lo que considera una acción ilegal y hostil, que se suma a un incidente similar ocurrido días atrás, cuando un primer tanquero fue interceptado bajo circunstancias que vulneran normas fundamentales del Derecho Internacional.
“El robo y secuestro de un buque que realizaba actividades comerciales lícitas constituye una grave violación de la libertad de navegación y del principio de soberanía de los Estados”, señala el documento, al tiempo que denuncia la desaparición forzada de la tripulación, hecho que agrava la situación desde el punto de vista humanitario y jurídico.
El Gobierno venezolano sostuvo que esta acción encuadra dentro de delitos previstos en convenios internacionales, entre ellos los relacionados con la seguridad de la navegación marítima y la libre circulación en alta mar, y advirtió que se trata de una escalada dentro de lo que denomina una política de asedio contra el país.
En ese sentido, anunció que activará todas las acciones legales y diplomáticas correspondientes, incluyendo la denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como ante otros organismos multilaterales y gobiernos del mundo.
“El modelo colonialista que pretende imponerse mediante el uso de la fuerza y prácticas de saqueo está destinado al fracaso”, afirma el comunicado, que además subraya que Venezuela continuará avanzando en su desarrollo económico y energético de manera soberana, pese a las presiones externas.
El Ejecutivo reiteró que estos hechos no quedarán impunes y aseguró que los responsables deberán responder “ante la justicia y ante la historia”, reafirmando su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y el respeto al Derecho Internacional.
A través de un comunicado oficial, el Ejecutivo nacional rechazó de manera categórica lo que considera una acción ilegal y hostil, que se suma a un incidente similar ocurrido días atrás, cuando un primer tanquero fue interceptado bajo circunstancias que vulneran normas fundamentales del Derecho Internacional.
“El robo y secuestro de un buque que realizaba actividades comerciales lícitas constituye una grave violación de la libertad de navegación y del principio de soberanía de los Estados”, señala el documento, al tiempo que denuncia la desaparición forzada de la tripulación, hecho que agrava la situación desde el punto de vista humanitario y jurídico.
El Gobierno venezolano sostuvo que esta acción encuadra dentro de delitos previstos en convenios internacionales, entre ellos los relacionados con la seguridad de la navegación marítima y la libre circulación en alta mar, y advirtió que se trata de una escalada dentro de lo que denomina una política de asedio contra el país.
En ese sentido, anunció que activará todas las acciones legales y diplomáticas correspondientes, incluyendo la denuncia formal ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como ante otros organismos multilaterales y gobiernos del mundo.
“El modelo colonialista que pretende imponerse mediante el uso de la fuerza y prácticas de saqueo está destinado al fracaso”, afirma el comunicado, que además subraya que Venezuela continuará avanzando en su desarrollo económico y energético de manera soberana, pese a las presiones externas.
El Ejecutivo reiteró que estos hechos no quedarán impunes y aseguró que los responsables deberán responder “ante la justicia y ante la historia”, reafirmando su compromiso con la defensa de la soberanía nacional y el respeto al Derecho Internacional.
