La actividad comercial en la ciudad de Maracay estuvo parcialmente activa el día de ayer debido al temor de los comerciantes de abrir sus locales y ser víctimas de algún tipo de agresión o saqueo en medio de las protestas de los últimos días.
Además, el día en toda la región estuvo marcado por la ausencia del transporte público, una situación que se evidenció en la soledad que imperó en nuestras arterias viales.
En este contexto, el equipo reporteril de elsiglo recorrió gran parte de la ciudad, observando que solamente farmacias, abastos y grandes supermercados, sí laboraron, aunque abarrotados de ciudadanos que realizaban sus compras nerviosas por todo lo ocurrido en los últimos días.
Manuel García, quien se dirigía a un supermercado de La Coromoto, confirmó que el comercio estuvo a media máquina, en comparación con la semana pasada, que la actividad comercial estuvo en su apogeo. «La situación post electoral originó esta situación, y es como lo ves, la actividad está mermada», dijo.
García relató que su objetivo era hacer su mercado para la semana; «por prevención, por cualquier cosa que suceda en esa dirección, que estoy viendo lo que está pasando, va a ser muy dolorosa para muchas familias».
Por su parte, Rafael Rocha, quien estaba realizando sus compras en un supermercado de Los Samanes, al sur de Maracay, destacó que ayer hubo muchas colas en estos establecimientos.
«La gente está comprando nerviosamente, no sé si piensan que pueda haber una escasez, y me imagino que ese es el pensamiento que tienen», explicó.
Rocha acotó que las grandes cadenas de venta de alimentos se colmaron de compradores.
Por último, Renier Vivas aseguró que la situación en la localidad y en el resto del país no está fácil, sea para el comercio y para la vida en general de la población. Además, aprovechó la ocasión de enviar un mensaje a los reporteros que cubren lo que ocurre en la ciudad. «Vamos poco a poco a hacer un cambio en el país, y ustedes los comunicadores deben estar pendientes. Cuídense muchachos», concluyó.
Es importante mencionar que en el centro de Maracay, el panorama que prevaleció fue la desolación, y muy pocas santamarías arriba, de parte de algunos comerciantes que tuvieron el valor o la necesidad de abrir, pero que realmente obtuvieron muy pocas ventas por la ausencia de clientes.
Más temprano, nos trasladamos al Terminal Central de Maracay para confirmar la paralización del transporte, y efectivamente ninguna unidad urbana ni suburbana estuvo laborando.
En medio de este panorama, a las personas les tocó caminar, especialmente a los trabajadores apremiados de continuar respondiendo a sus responsabilidades laborales, o las personas que se desplazaron largos trayectos para adquirir algunos productos.
