La revisión del dossier comenzó el 31 de enero de ese mismo año y la postuladora de la causa de la beatificación fue la abogada argentina-italiana Silvia Correale. En esa ocasión se informó que médicos del Vaticano, de todas las especialidades, estudiarían exhaustivamente el sumario que recibieron de parte de un relator para concluir, con aprobación de la mayoría, si se trataba o no de un hecho inexplicable por las ciencias médicas.
El sumario pasaría luego a la Comisión de Teólogos, la cual adjudicaría el hecho inexplicable al Venerable doctor José Gregorio Hernández, si realmente se dio o no su intercesión a petición de la devota madre de la niña Yaxury, Carmen Ortega, al enterarse que el neurocirujano realizaría la intervención quirúrgica con pronóstico reservado.
Posteriormente, el congreso de Cardenales y Obispos tendría a su cargo reconfirmar la decisión de médicos y teólogos de que se trata de una verdadera acción divina por intercesión de José Gregorio Hernández y, en tal virtud, le correspondía al prefecto del dicasterio solicitarle al Papa Francisco aprobar y ordenar el decreto de beatificación, para que el médico de Isnotú se convirtiera en el primer hombre y laico venezolano en ser elevado a los altares.
